Cerrada la fase de reestructuración y de vuelta para disputar el mercado, la empresa definió una estrategia a cinco años con foco en tecnologías limpias, y está en conversaciones con nuevos fabricantes.
La compleja situación económica que afectó a Automotores Gildemeister -la cual implicó el paso por el Capítulo 11 de la ley de quiebras de EEUU en septiembre de 2021es una historia pasada, subraya el CEO del grupo, Marcello Marchese, quien arribó a la empresa tres meses después del inicio del proceso que posibilitó su reorganización.
A poco menos de dos años de la puesta en marcha de esa reestructuración – que implicó una profunda renovación de la plana gerencial- el ejecutivo señala que la compañía está preparada para competir en un mercado altamente disputado con 68 marcas que se reparten los cerca de 400 mil vehículos que se venden anualmente.
Para ello, diseñó un plan a cinco años, que implica potenciar su portafolio y añadir nuevas marcas, para lo cual se encuentran en una activa fase de conversaciones. ¿El plan? volcarse a la electromovilidad con modelos altamente tecnológicos, ya que detecta que son las exigencias de las nuevas generaciones de consumidores. Un ejemplo de ello es el lanzamiento del Hyundai Ioniq 5, un automóvil que será la punta de lanza de la empresa en 2023.
– ¿Cómo describiría estos casi dos años al mando de Automotores
Gildemeister?
– Se han implementado una serie de cambios, sobre todo nos hemos preocupado de traer nuevos talentos. Esta compañía tenía una base muy
buena, pero producto de la crisis se contrajo. Hoy estamos en pleno proceso de expansión de Automotores Gildemeister; por lo mismo, no solo hemos
contratado a gente de la industria, sino también de otros rubros; por ejemplo, nuestro CFO fue CFO de Falabella Retail.El consumo automotriz no es el mismo que antes de la pandemia, las nuevas generaciones está más preocupadas de las prestaciones tecnológicas que de la mecánica. Por eso buscamos talentos de otras industrias, cargados hacia el segmento más joven. Hoy el 50% de nuestras contrataciones tienen menos de 40 años de edad.
Queremos enfocarnos en tecnologías limpias con propuestas de valor personalizadas
Marcello Marchese
CEO de Automotores Gildemeister
– La firma, que entró en un ciclo de dificultades económicas desde 2015, ¿cómo se encuentra tras la reestructuración?
– Financieramente, la empresa está sumamente sana. Tenemos un flujo de caja que nos permite operar tranquilamente y somos número tres en términos de ventas en el mercado a través de la marca Hyundai. Tenemos un plan estratégico a cinco años que iremos ejecutando poco a poco. Esta empresa se reestructuró, tiene nuevos propietarios bastante potentes que son dos fondos de inversión norteamericanos, y un 20% está en manos de varios accionistas.
La empresa está capitalizada, tiene un nivel de deuda manejable perfectamente, hay líneas de capital de trabajo y no hay un riesgo.
Los próximos objetivos
– ¿Cuál es el plan de negocios?
– Nuestra estrategia es diversificar el mix de marcas, pero de la mano del crecimiento, no traer por traer. Tenemos un portafolio con gran potencial; de hecho, justamente las fábricas están renovando los modelos y estamos conversando con nuevas marcas que quieren ingresar con nosotros.
Automotores Gildemeister tiene 37 años de historia, somos una empresa muy atractiva. Es cierto que pasamos por un período complejo, pero los fabricantes nos están volviendo a llamar para entrar al mercado con nosotros. La ventaja de Gildemeister es que tenemos un tamaño ideal, no somos monstruos, pero tampoco chicos. Cuando eres muy grande, las marcas se sienten diluidas.
– ¿A qué segmentos apuntarán?
– Queremos enfocarnos en tecnologías limpias con propuestas de valor personalizadas. Vamos a participar en segmentos en los que antes no estábamos, con una ampliación de la oferta en la línea de negocios más comercial. La clave es traer vehículos altamente tecnológicos y
ampliar el servicio de soporte, para posicionarnos con un producto por sobre la competencia.
– ¿Cuánto porcentaje del mercado estiman tener en cinco años?
– A través de Hyundai aspiramos a estar siempre entre los tres primeros más vendidos independientemente del tamaño del mercado, y hoy la empresa tiene estas condiciones. En las marcas emergentes queremos apuntar a que cada una se mueva entre un 4%a 5% de las ventas anuales de aquí a cinco años.
Estas son Baic, Mahindra, Shineray by Brillance. Y además estamos buscando otras por introducir. Es importante destacar que en Chile ninguna marca tiene dos dígitos de mercado, eso demuestra lo competitivo que somos. Ganar un punto es mucho, implica un esfuerzo grande y nosotros estamos preparados.
– ¿Cómo ven la puesta en marcha de la Ley de Eficiencia Energética?
– Es una declaración de intenciones muy buena, pero son tecnologías que todavía son caras. Vender un auto es solo una parte. Si todo eso no va
acompañado de un plan integral es muy difícil llegar a la meta de que todo el parque sea de bajas emisiones en 2035. Pensar que Chile consumirá 380 mil autos eléctricos sin incentivos ni infraestructura será muy difícil. Una fórmula sería que toda la recaudación de las multas se reinvierta en la electromovilidad con infraestructura y subsidios para comprar autos eléctricos. Pero esa conversación no existe, nos obligan a traer tecnología que cuesta el doble en un momento en que las personas no pueden costearlo.